Y Mr. Shoaff me dijo: «Si lo deseas, puedes vivir odiándolos Es una de las actitudes que puedes adoptar.»
Me quedé un poco perplejo. Yo creía que ésa era la única actitud lógica. Y me preguntaba qué es lo que había querido dar a entender…
Yo solía decir: «Odio pagar facturas.»
Y Mr. Soaff me dijo: «Bueno, puedes vivir odiándolas, silo deseas. » Y yo creía que ésa era la única manera de vivir.
Yo solía decir: «Detesto desprenderme de mi dinero.»
Y Mr. Soaff me dijo: «Esa es una de las actitudes que puedes adoptar al respecto. »
Por fin le pregunté: «¿Es que hay alguna otra manera de enfocar esos temas?»
Y Mr. Shoaff me respondió: «Creo que es mejor que te lo plantees así: Me gusta pagar los impuestos porque sé que de esa forma contribuyo a cuidar y a alimentar la gallina de los huevos de oro. ¿Qué te parece si te dijeras: deseo pagar mis facturas para reducir mis deudas y aumentar el valor de mi activo? ¿Qué tal si lo enfocases así: me apasiona desprenderme de mi dinero y ponerlo en circulación, a fin de que sirva para dinamizar la economía del país? ¿No sería mejor aprender a ‘gustar’, “desear”, “apasionarse por esos temas, en lugar de “odiarlos”?.
¡Qué forma tan increíble de enfocar la vida! Y aunque me costó bastante aprender a decir con toda sinceridad «me gusta, deseo hacerlo», mi vida cambió enormemente al pasar de una actitud de «odio» a una actitud de «amor» por esos conceptos.
Mr. Shoaff me mostró incluso la manera de pagar las letras del automóvil con entusiasmo. Me dijo: «La próxima vez, al pagar una letra del coche, adjunta con el talón una pequeña nota diciendo: les envío este talón con todo mi entusiasmo y agradecimiento». Y con una sonrisa amplia continuó: «No puedes imaginarte la conmoción que causarás en la entidad financiera. No están acostumbrados a recibir notas de esa clase. Pero lo más importante es el efecto que causará en ti. Sentirás que controlas la vida y que posees un concepto filosófico que proporciona alegría en vez de frustración.»
¿Independencia financiera? Usted también la puede conseguir. ¿Por qué no empezar desde hoy? Lo único que hace falta es disciplina para aplicar en su vida la regla del 70/30. Joven o viejo, nunca es demasiado tarde para encarrilarse por el buen camino.
Por Jim Rohn
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