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ELSHOW DE SHAKIRA EN BOLIVIA


Shakira fue un volcán en Santa CruzLa cantante colombiana presentó su disco Sale el sol, como parte de la gira por Latinoamérica The Pop Music Festival



M. Suárez y J. P. Rodríguez
“Santa Cruz, recuerda esta noche, soy toda tuya”, dijo Shakira, en el Tahuichi y puso a aullar a todo el mundo.
La ‘loba’ no se guardó nada, con 18 canciones en casi dos horas de espectáculo, demostró el porqué es una de las estrellas mundiales más exitosas de la actualidad. 


A las 22:25, de una noche con luna llena, las luces del estadio se apagaron para dar paso a la sensual fiera que ingresó por un costado del escenario, muy cerca de sus fans, cantando Pienso en ti. Envuelta en un velo rosado provocó la euforia de las cerca de 38.000 personas que colmaron el estadio. La ternura que se veía por las cuatro pantallas de led de la monumental estructura que la acogió, duró poco, ya que la colombiana, al arrancarse el tul, arremetió con su repertorio más rockero: Why wait, Te dejo Madrid, Si te vas y Suerte.


Una banda afinada escudó a la artista con interpretaciones impecables. “Escribí esta canción en una playa cerca de Barranquilla, estaba con unos amigos y salió uno de mis temas favoritos”, dijo antes de tomar la guitarra y encarar Inevitable.


El público rugió como una gran bestia salvaje y luego se arrinconó para observar una sección acústica: Una versión de  Nothinhg else matters, de Metallica, la legendaria banda de heavy metal, que fue interpretada con bombo y charango. Shakira mostró sus garras y codicia. De ahí en más el show dio un giro para el lado más caliente y global de la estrella, que entregó sus fusiones de ritmos del mundo.


Propició un feroz flamenco con Despedida y Gitana; la colombiana no escatimó sus habilidades escénicas para seducir a un frenético público.


Provocó aún más con el reggaeton La tortura, ya que sus brazos, caderas y abdomen fascinaban en cada arrebato. La ‘loba’ sedujo sin escrúpulos con la ranchera Ciega, Sorda, Muda; brincando de un lado a otro del escenario. Luego, entregó Sale el sol y Las de la intuición, para dejar en claro que su actitud rockera no es ninguna pose.
El merengue llegó con Loca, para dejar sin voz a las gargantas que cantaban con ella. La ‘loba’ aulló su himno y despachó su perfil más electrónico. El epílogo se inició con el despliegue desmesurado de Ojos así y el ritual de los ritmos árabes.
Shakira se despidió y a insistencia de la multitud regresó con la tropical Hips don’t lie con aires de hip hop. La estocada final fue una emotiva versión de Waka Waka, con niños bailando a su alrededor. La loba fue nuestra, e hizo lo que quiso en una Santa Cruz de luna llena. 

 Detalles de un gran espectáculo
- Distracciones. Tubos fosforecentes, globos gigantes, souvenirs de los patrocinadores y la ola mexicana, todo servía para hacer llevadera la espera hasta que llegue la hora del show.

- Repleto. Pocas veces se vio un concierto en el Tahuichi con todos sus sectores copados por espectadores. Vale destacar que cancha fue uno de los más atestados.

- Costumbre. Esta comprobado que el público cruceño ya se acostumbró a asistir a conciertos con sillas, cosa que no se ve en otros lugares. Es un elemento que impide a la gente moverse con comodidad, mucho más si todos se suben sobre él.

- Presentes. Gente de todas las edades acudió a la cita, pero fue especial apreciar la gran cantidad de niños en diversos sectores. Waka Waka, el éxito del Mundial 2010, fue una de las principales razones para que no hubiesen faltado.

Todos la esperaban desde tempranoDesde las 2:00 de de ayer, un grupo de periodistas y fans aguardaba a la ‘loba’ en el aeropuerto Viru Viru. A esas horas solamente arribaron sus músicos y técnicos que fueron escuetos con la prensa y se dirigieron directo al hotel Los Tajibos.
Algunos periodistas y fanáticos optaron por quedarse en el aeropuerto esperando captar la llegada de la estrella hasta las 11:30, cuando un miembro del equipo de GF Group, productora del espectáculo, llegó a la terminal para informar de que Shakira ya había llegado a las 9:15 en su jet privado al aeropuerto El Trompillo, provocando cierta decepción de los presentes.
Mientras tanto, los primeros seguidores de la colombiana soportaban el inclemente sol para reservar los lugares más cómodos. “Estoy desde las 8:00 para guardar el espacio para un grupo de amigas y para mí”, decía Libertad León (22).
Dentro del estadio, más de 500 personas alistaban todo para el concierto: acomodaban sillas, montaban el escenario y ecualizaban el sonido.
Vendedores ambulantes iban llegando poco a poco al igual que los seguidores. La jornada fue intensa en prácticamente toda la jornada de lunes.

  Desde el estadio 
Buena atenciónGF Group habilitó el palco de preferencia para que la prensa pudiera realizar con comodidad su trabajo. Los periodistas fueron bien atendidos, con refrigerio incluido.
Talento nacionalEl espigado músico cruceño, Matamba, 
actuó (al igual que Laura Camacho) e hizo calentar los motores con temas como La luna y el sol, Enredarama y Estilo dread.












Euforia. Minutos antes de que dé inicio al 
show los miles de espectadores la recibieron con la clásica ola mexicana

Sorpresa. A las 22:25 apareció por el lado izquierdo del escenario luciendo un velo rosado y cantando Pienso en ti.








 

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