Cuando nadie nos veía
Cuando nadie nos veía
Cuando nadie nos veía fuimos corriendo hacia la pradera de la soledad, que estaba llena de amores muertos y vueltos a nacer. Ahí fue donde nos entregamos a la acción de una nueva vida, a la gravedad de una nueva luz.
Cuando nadie nos veía solíamos arrancar los pétalos de las flores y pasearlos por la seda de nuestros cuerpos, por la lluvia de nuestras almas.
Hoy, que te escribo, siento que fue ayer cuando paseábamos por las arenas de la playa, bajo el cielo de las almas muertas, por un amor que nunca conoció lo bello de las fantasías ilusionadas.
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