Corpus Christi Bolivia - La Eucaristia
Corpus Christi Bolivia. Esta festividad religiosa, celebrada solamente en países con población mayormente católica, como es el caso de Bolivia, es una de las más populares en el país, después de Pascua y Navidad, y, como las anteriores, es un día feriado, en que no se trabaja ni se asiste a clases.
¿En qué consiste la celebración? Básicamente, en una misa en la que se conmemora la Eucaristía, una liturgia de consagración del pan (hostia) y el vino, el cuerpo y la sangre de Jesucristo. De ahí su nombre, pues el latín Corpus Christi se traduce como cuerpo de Cristo. Según el dogma católico, durante la Ultima Cena, el día 14 del mes de Nisán (marzo-abril, en el calendario actual), correspondiente a la Pascua israelita, el maestro Jesús de Nazaret consagró el pan afirmando que representaba su cuerpo, y el vino, su sangre que seria derramada para redimir a la humanidad, y acto seguido se los dio a sus discípulos, ordenándoles que hicieran lo mismo todos los años por el resto de sus vidas. En la interpretación de esa orden, se instauró la liturgia de la Eucaristía en las misas católicas: el sacerdote repite ritualmente los actos y palabras de Jesús, y después de ello, da a comer la hostia a los feligreses.
Pero, eso se hace en todas las misas ordinarias de lunes a domingo, dirán ustedes. Y es cierto, entonces, ¿por qué la fecha especial? Para explicar su origen, hay que echar un vistazo al siglo XIII, a la historia de una monja llamada Juliana de Lieja, de la orden de las Agustinianas. Esta era devota del cuerpo de Cristo, y tenía visiones en las que, según ella, Dios le revelaba que era necesaria una festividad dedicada exclusivamente a este rito, y que ella debía ser quien luchara para que se hiciera realidad. Así se lo hizo saber al obispo de su diócesis, en Lieja (entonces ciudad francesa, hoy belga), Robert de Thorete, y su arcediano, Jacques Pantaleone; quienes aceptaron instituir la celebración en las parroquias de su jurisdicción desde el año 1246. La fecha debía ser en el jueves siguiente al Pentecostés, y solo se celebraba en el reducido círculo de Lieja y alrededores.
En 1263, cuando ya Pantaleone se ha convertido en Papa, ayudado por el rey de Francia, con el nombre de Urbano IV, en la ciudad italiana de Bolsena ocurre un extraño suceso: una hostia sangra después de ser consagrada; el Papa manda investigar y decide que es un milagro. Acordándose de las ideas de Juliana de Lieja, decide instaurar la fecha especial para la Eucaristía que ella tanto deseaba, pero que fuera para toda la cristiandad. Emite, entonces, en 1264, en medio de los cuestionamientos de escépticos, una bula ordenando que se celebrase la Fiesta del Santo Cuerpo y la Santa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, nombre larguísimo que se queda en Corpus Christi. La celebración se convirtió así en la primera sancionada mediante bula papal.
Las ceremonias típicas de la ocasión, como los himnos, la lectura de la carta a los corintios, las octavas y versos rituales, etc., fueron elaboradas por el secretario de Urbano IV, el fraile dominico Tomás de Aquino. Hasta las reformas doctrinales de los años ’60, que entre otras cosas, eliminó la misa en latín, el Corpus Christi se celebraba en dos fechas, la ya citada y otra en el primer día de julio, llamada Fiesta de la Preciosa Sangre de Cristo, que ya no se celebra. Después, pasó a celebrarse de la manera actual, con fechas movibles según países, aunque en el caso boliviano suele ser sesenta días después de Pascua, con licencia de descanso por feriado religioso, y así se mantiene, pese a que Bolivia es oficialmente un estado secular, y a propuestas de eliminarlo como feriado, o sustituirlo por la celebración del solsticio de invierno (Año Nuevo Aymara).
La manera de celebrarlo tiene sus variaciones de una ciudad a otra, a causa de las distinciones culturales. Por ejemplo, en la zona andina se entremezcla la misa con la tradicional ch’alla y bendición de bienes, y se realizan procesiones con el símbolo de la Santa Eucaristía. Mientras que en Santa Cruz se festeja con una mega misa pública en el estadio más grande, el Tahuichi, la que es presidida por el Cardenal, y donde se presentan coloridas coreografías a cargo de las juventudes católicas.
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